Centro Independiente de Informacion Nacional

miércoles, 9 de junio de 2010

Cananea y Pasta de Conchos: los pasos de un gobierno antisindical

¡A las calles en apoyo total a la lucha de los mineros!

Defendiendo los intereses de los Larrea, la tercer familia más adinerada y poderosa de México y dueños de Grupo México, el gobierno federal de Felipe Calderón y el estatal de Guillermo Padrés, enviaron a más de dos mil efectivos de la Policía Federal, otro tanto de la estatal y a un puñado de provocadores, a tomar las instalaciones de la mina de cobre más grande e importante de México, la de Cananea, ubicada en Sonora; rompiendo así una importante huelga que se desarrollaba desde hace más de tres años por parte de la sección 65 del Sindicato de Trabajadores Mineros (SNTMMSRM). Un desalojo terriblemente violento que se contrarrestó con una gran campaña mediática para limpiar las acciones de las corporaciones policiacas que dejaron tras su paso a varios detenidos y lesionados por armas de fuego y balas de goma, exposición a gases lacrimógenos, golpes y múltiples violaciones a las garantías individuales.
A unas horas de diferencia, las familias de los mineros que fallecieron en las explosiones de la mina 8 de Pasta de Conchos, el 19 de febrero de 2006, fueron desalojados de esta mina por la fuerza pública del estado de Coahuila; la acción fue preventiva pues las familias estaban por realizar una acción donde se demostraría que no había peligro al ingresar a la mina para rescatar los restos de sus familiares que después de 4 años aún permanecen en la zona, y quedaría expuesto que Industrial Minera México, filial de Grupo México, no quiso simplemente recuperar los cuerpos de los trabajadores en aquella ocasión. Los Larrea piden y los gobiernos obedecen y la burguesía en su conjunto se regocija a lo ancho y largo del país por las acciones emprendidas por sus fieles lacayos en Sonora y Coahuila.
Los sorpresivos desalojos, no le significaron a Grupo México mayor descalabro en el mercado, pues sus acciones cayeron un 3%, perdiendo sólo 88 centavos por acción. La revista Forbes, en su última edición, sostiene que la crisis capitalista mundial ha reducido la fortuna de los Larrea tan sólo a 2 mil 600 millones (Proceso 6/06/10). Pero, según Proceso, “sólo un año les bastó para hacerse de 7 mil 100 millones de dólares más, un espectacular aumento de 273% en su fortuna”. Todo esto a pesar de que la huelga de Cananea, según los ejecutivos de la empresa, le ocasionó a Grupo México pérdidas por 1,500 millones de dólares en los casi tres años en que estuvo parada la mina.
Y ya con Cananea en sus manos otra vez los Larrea podrán echar a andar el proyecto de expansión que fue detenido por la huelga, con el que pretenden, más que duplicar la capacidad de la mina, que hoy es de 190 mil toneladas, subir a 460 mil toneladas.
La clase obrera no se ha recuperado del duro golpe que echó a la calle a cerca de 44 mil trabajadores con el decreto extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del centro en octubre de 2009, cuando ya se le está propinando otro más. Todo esto no es más que el reflejo de una fuerte y sostenida política antiobrera, profundamente patronal y ampliamente antisindical (por lo menos de los sindicatos que no respaldan y se respaldan de este gobierno, como el SNTE de Elba Esther Gordillo).
Es claro que la Suprema Corte de Justicia es una institución sólida del Estado burgués encargada de inclinar la balanza de la justicia a favor de la clase política gobernante, la burguesía nacional y la extranjera; no cabe duda, todas sus acciones así lo indican. Estar esperanzados a que la presión hacia un organismo que ya dejó claro para quien trabaja, resuelva a favor de los trabajadores y los sectores desprotegidos, es estar enfilándose a la derrota. De igual forma con la Secretaría del Trabajo, empecinada en dejar sin empleo a cuanto obrero se digne a levantar la cara del piso, que ha estado enfatizando su papel nefasto en el apoyo a la burguesía y la clase política en el poder, frente a los conflictos obreros. Entonces ¿por qué seguir anhelando soluciones de estas instituciones podridas, representantes de un Estado fuertemente agresivo contra los intereses de las mayorías trabajadoras y empobrecidas del país?
Es importante, pues, levantar la solidaridad inmediata con los trabajadores de Cananea, con las familias de Pasta de Conchos y en general, con todos los mineros que se encuentran dando una fuerte lucha en el país; así también con los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas que desarrollan una gran huelga de hambre en el Zócalo de la Ciudad de México. Necesitamos incorporar estos reclamos en las movilizaciones que se están desarrollando en estos momentos con otros sectores de trabajadores a lo largo y ancho del país.
La unidad, sin dogmas ni sectarismos, es el elemento indispensable en estos momentos pues lo que está y ha estado en juego dese un inicio en este conflicto es la autonomía sindical, el derecho a la huelga, el libre derecho de organizarse por parte de los trabajadores y el conjunto de libertades democráticas; la defensa de las fuentes de trabajo y que la crisis financiera no sea montada en la espalda de los trabajadores.
Endosamos así, el llamado que otras expresiones organizativas hacen en términos de impulsar un plan de lucha unitario para organizar la más amplia movilización obrera y popular. Tácticamente nos pronunciamos porque el SNTMMSRM convoque, junto con el SME y la CNTE, a un gran plenario de trabajadores que sobre la base de las reivindicaciones de los mineros, los electricistas y el magisterio que se encuentran movilizados en estos momentos, pueda estar preparando este plan de lucha, empezando por definir acciones por la defensa del derecho de huelga como una herramienta de lucha y de combate, completamente legítima, de la clase trabajadora y contra la propatronal reforma laboral.
Manifestamos nuestro más amplio repudio a las acciones del domingo 6 de junio y nos pronunciamos por la salida inmediata de los cuerpos represivos de Cananea y de Pasta de Conchos.
Exigimos la libertad inmediata a los detenidos en los asaltos policiacos del 6 de junio y exigimos también la cancelación de todas las órdenes de aprehensión.
¡Vivan los trabajadores mineros, los maestros y los electricistas!
¡Abajo la propatronal y antiobrera reforma laboral!
¡Viva la clase trabajadora, ni un paso atrás!
Por una alternativa obrera y socialista
¡Luchar, Vencer!
Grupo de Acción Revolucionaria

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