Centro Independiente de Informacion Nacional

miércoles, 15 de octubre de 2008

CAMPAÑA NACIONAL SIN MAÍZ NO HAY PAÍS

15 de octubre de 2008

Sagarpa subasta la soberanía alimentaria de los mexicanos.


- Gris panorama para el campo mexicano en el Día Mundial de la Alimentación

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, las organizaciones integrantes de la Campaña Nacional "Sin maíz no hay país" exigieron al gobierno federal rescatar la soberanía alimentaria del pueblo mexicano y denunciaron la complicidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Aliementación (Sagarpa) con las empresas transnacionales de biotecnología, para subastar al mejor postor la soberanía alimentaria del país, al permitir la entrada de semilla de maíz contaminada con maíz transgénico afectando al principal cultivo para la alimentación de los mexicanos.

El caso de contaminación con variedades de maíz transgénico de la transnacional Monasanto en el Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua, pone en evidencia la ineptitud de las autoridades de Sagarpa y su complicidad con esta empresa para introducir semillas de maíz transgénico al país.

Las organizaciones denunciaron que el gobierno federal no sólo ha menospreciado la capacidad productiva de México sino que ha implementado una avanzada de desmantelamiento de la capacidad productiva en el campo, favoreciendo únicamente los intereses mercantilistas de las grandes empresas transnacionales: monopolio, especulación y sobreexplotación de nuestros recursos naturales.

Las organizaciones que formamos parte de la campaña nacional Sin maíz no hay país hemos alertado de la contaminación con maíz transgénico en el estado de Chihuahua desde hace casi un año. Hasta el momento, Alberto Cárdenas, titular de la Sagarpa, no ha tomado medidas urgentes para solucionar el problema social y ambiental que representa la contaminación del maíz convencional con transgénicos. No obstante, se ha dedicado a promocionar este cultivo, que en este momento es ilegal y que pone en riesgo el principal alimento de los mexicanos: el maíz.

Cuando Monsanto encuentra obstáculos para la autorización de la siembra de sus semillas patentadas en un país que es de su interés comercial, utiliza una estrategia para contaminar los cultivos con semillas transgénicas. Existen dos ejemplos muy claros en Brasil y Argentina con soya transgénica, los gobiernos de ambas naciones, al darse cuenta de su incapacidad para resolver el problema, procedieron a legalizar lo ilegal. Esa es la estrategia que Monsanto quiere implementar en México y el gobierno federal le está dando todas las facilidades para lograrlo.

La contaminación con maíz transgénico pone en riesgo las razas y variedades de maíz que caracterizan a México como centro de origen y diversidad genética del grano. La contaminación transgénica en nuestro país no es un asunto minúsculo, ya que la liberación del maíz transgénico en el campo mexicano es una sentencia de desaparición para las plantas nativas que han dado origen a las variedades de maíz que se consumen en todo el mundo, dándole el control total de la semilla a la industria biotecnológica.

Los transgénicos no contribuirán a solucionar el hambre, son una tecnología monopolizada por un grupo de empresas que se comportan como 'dictadores de la alimentación', impiden ejercer el ancestral derecho de los pueblos a guardar e intercambiar semillas, socavan las bases de una agricultura social y medioambientalmente sostenible y concentran la riqueza.

El informe de la Evaluación Internacional del Conocimiento, Ciencia y Tecnología en el Desarrollo Agrícola, elaborado por cerca de 400 científicos y firmado por 60 países, expone la urgencia de un cambio radical en el modelo de producción de alimentos. Científicos y representantes de los gobiernos signatarios han evidenciado la necesidad de una transición de la destructiva agricultura industrial, caracterizada por la producción de agrocombustibles y transgénicos, hacia la adopción de métodos de cultivo basados en la biodiversidad y en los beneficios de las comunidades locales y no de las grandes empresas. El documento concluye que los transgénicos no son ninguna solución al alza de precios de los alimentos, la pobreza, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático (1).

Ante este panorama adverso, la Campaña Nacional Sin maíz No Hay País, convoca a las organizaciones campesinas, ambientalistas, de derechos humanos, civiles, sociales, académicos, intelectuales y ciudadanos de a pié, a participar en la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, este 30 y 31 de octubre, en el Centro de Convenciones Churubusco del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS).
Notas:
1. Iniciativa del Banco Mundial con un amplio grupo de organizaciones, entre ellas la FAO, el PNUD, el Programa Ambiental de Naciones Unidas, la OMS y representantes de gobiernos, sociedad civil, sector privado e instituciones científicas de todo el mundo. 2008

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