Centro Independiente de Informacion Nacional

domingo, 13 de abril de 2008

La historia sin fin… de los feminicidios

Adriana Mújica M.


 

Hace casi un año, el 10 de abril de 2007, en el Senado de la República se presentó el Proyecto de un Punto de Acuerdo sobre los feminicidios en Morelos. De ese momento a la fecha se han sumado en nuestro estado, por lo menos, 27 feminicidios.


 

Y mientras en instancias internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tema se torna de importancia y se integra en la 9ª Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Salud, las autoridades de nuestro estado se siguen saliendo por la tangente o, de plano, se hacen las occisas en su responsabilidad relacionada con el tema.


 

Por ejemplo, la Procuraduría que aunque más o menos está resolviendo la investigación o la captura de los "presuntos", pues continúa haciendo declaraciones que en nada ayudan a la resolución de fondo de la problemática. Hace unos días, en un diario de circulación estatal, se consignó que el Procurador declaró: "…ocurrieron dentro de los domicilios, por lo que ninguna corporación policiaca hubiera podido impedirlos". ¿Sabrá que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia posibilita a la policía entrar a los domicilios cuando se está gestando un problema de violencia contra alguna mujer? Parece que no.


 

Pero justo eso nos lleva a analizar al Secretario de Seguridad Pública con su secretaría completa incluyendo el área y el presupuesto para prevención del delito. Pues allí las cosas están mucho peor porque ni conocen la Ley ni han querido entender lo que es la prevención del delito y que los feminicidios son justamente eso: delitos. Así que de ese tema ni hablan ni lo tienen contemplado en ninguna parte de su programa anual de actividades.


 

Por otra parte, también podemos mencionar a la Secretaría de Salud en tanto que se sabe que muchas de las mujeres que terminan siendo asesinadas por parte de sus "parejas", en más de una ocasión acudieron a instancias del sector salud para ser atendidas por lesiones (aunque muchas reportan que "se tropezaron o se pegaron con un mueble", etc.) pero el asunto es que la falta de capacitación al personal médico y la falta de un protocolo de atención ante posibles situaciones de violencia, hace que les den "un curita" o les receten una "pomadita" y no se haga nada más, perdiendo la oportunidad de oro para canalizarlas a instancias de atención y asesoría.


 

Y bueno, no podemos dejar fuera del asunto a la Secretaría de Educación que no ha hecho absolutamente nada por incorporar una visión de género en la educación de manera que tanto mujeres como hombres puedan cambiar sus paradigmas respecto a la violencia y a las diferencias de género.


 

En ese contexto y como muchos de esos "ilustres servidores públicos" parecen no tener ningún interés en escuchar lo que dice la sociedad civil organizada o lo que escribimos algunos periodistas (y que incluso mejor se dedican a señalar que quien no dice lo que ellos quieren oír es porque se trata de "desestabilizadores sociales profesionales o gente inconforme con intereses políticos específicos" como dijo alguno recientemente), creo que vale la pena rescatar algunas palabras que han dicho sobre el flagelo del feminicidio, y que en días recientes han salido en diversos medios de información del estado. A ver si así lo toman en cuenta. Vemos entonces:


 

"De acuerdo a cifras de la Fiscalía Especializada en Homicidios para Mujeres, de la Procuraduría General de Justicia, a cargo de Liliana Guevara Monroy, los llamados 'feminicidios' se han incrementado en los últimos tres años de manera alarmante, pues de un promedio de tres por año de 2001 al 2005, la cifra se eleva a 20 en el 2006 y a 23 en el 2007, y en lo que va del 2008 suman ya nueve, dos más que en el mismo periodo de enero a marzo del año pasado". (Y eso que en la dichosa Fiscalía no toman en cuenta todos los femincidios que se han dado en ese lapso pues tienen ciertos parámetros para no contabilizar ni atraer algunos de ellos, como es el caso de los de las dos pequeñas que fueron asesinadas el año pasado: una de dos años a golpes y otra de 6-7 años aventada a una cisterna y quemada) "informa la fiscal… este 2008, tan solo en el primer trimestre ya se han cometido 9 'feminicidios'… De acuerdo a esa tendencia, se pudiera predecir que, de seguir las cosas como van, según lo explica la propia fiscal, del primer trimestre del año pasado se registraron 7 asesinatos de mujeres, y ahora ya suman nueve, este año podría cerrar con un total de 31 delitos de esta índole, si acaso se mantiene la cifra de dos más por trimestre, el aumento en este macabro rubro, nefasto para la sociedad, podría llegar alrededor del 35 por ciento".


 

Otra nota señala que: "Con alevosía y ventaja se cometieron los 67 asesinatos de mujeres registrados en los últimos siete años y que fueron canalizados para su investigación a la Fiscalía Especializada en Homicidios de Mujeres. Los agresores, en la mayoría de los casos, fueron varones que cometieron sus crímenes con premeditación y violencia… Las causas de muerte son fundamentalmente estrangulamiento, arma de fuego o punzo cortante".


 

¿Les bastará con eso? Ojalá, aunque creo que realmente están más interesados en quedar bien con sus propios jefes que en la propia vida de las mujeres.


 

Pero si eso no es suficiente, entonces vale la pena anexar algunas palabras de personas e instituciones reconocidas internacionalmente.


 

El Instituto Interamericano de los Derechos Humanos ha señalado: "Alrededor de 400 mujeres y niñas han sido asesinadas y más de 70 siguen desaparecidas en Ciudad Juárez y Chihuahua, México, desde 1993. Estos hechos se repiten en todo México y se extienden por la región, tal como se consigna en el "I informe regional: Situación y análisis del femicidio en la región centroamericana", del Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (CCPDH) e IIDH. Estos asesinatos de mujeres constituyen una violación constante y sistemática de los derechos humanos de esta población, así como de los instrumentos internacionales de protección. El desarrollo y evolución del concepto de femicidio, ha servido para poner de relieve la existencia de una grave violación a los derechos de las mujeres que se diferencia del simple homicidio. El femicidio constituye la expresión extrema de violencia contra las mujeres y de violación de diferentes derechos, que los Estados están obligados a proteger en cumplimiento de sus compromisos internacionales."


 

Y para que dejen de hacerse bolas y cuestionar el término de feminicidio o femicidio, pues va aquí un texto iluminador del mismo informe mencionado que lo define como: "la muerte violenta de mujeres (asesinato, homicidio o parricidio), por el hecho de ser mujeres … éste constituye la mayor violación a los derechos humanos de las mujeres y el más grave delito de violencia contra las mujeres".


 

En cuanto a los antecedentes, se afirma que el término fue utilizado por primera vez públicamente en inglés en el año 1801 en un artículo, para referirse al asesinato de una mujer. La investigadora Russell lo utilizó en el Tribunal Internacional sobre Crímenes contra las Mujeres, realizado en Bruselas y allí lo definió como "el asesinato de mujeres por hombres, por ser mujeres". Ella y otra investigadora, Jill Radford, plantean que el femicidio está en el extremo final del "continuum" del terror contra las mujeres, el cual incluye una gran variedad de abusos verbales y físicos, como la violación, la tortura, la esclavitud sexual (particularmente en prostitución), el incesto y el abuso sexual infantil extrafamiliar, la agresión psicológica, el hostigamiento sexual (en el teléfono, en las calles, en la oficina y en el aula de clase), la mutilación genital (cliteridectomía, escisión e infibulación), las operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías innecesarias), la heterosexualidad forzada, la esterilización forzada, la maternidad forzada (por la criminalización de la anticoncepción y el aborto), la psicocirugía, la denegación de alimentos a las mujeres en algunas culturas, la cirugía cosmética y otras mutilaciones en nombre de la belleza. Cuando estas formas de terrorismo resultan en muerte, consideran ellas, ésta constituye femicidio".


 

Otras autoras lo definen como "el asesinato masivo de mujeres cometido por hombres desde su superioridad de grupo; tiene que ver con los motivos, con las heridas que se infligen en el cuerpo de la mujer y con circunstancias sociales que imperan en ese momento; para que se dé, tiene que haber una complacencia de autoridades, personas e instituciones que están en el poder, llamémosle poder político, económico y social"; o como "el asesinato de mujeres por razones asociadas con su género". El femicidio es la forma más extrema de violencia de género.


 

Espero que con eso les baste y, como acaba de decir el Procurador: "Para erradicar estos delitos debemos unir esfuerzos para poder avanzar con la participación de la sociedad e instituciones de los tres niveles de gobierno', o que asuman su complicidad por omisión en los feminicidios o femicidios en nuestro estado.

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